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Necesito un beso blanquivioleta

Viendo el partido del Real Valladolid de esta semana contra la Ponferradina, mi alma de aficionado-entrenador ha dado otro paso más hacia la indiferencia. Mi estado de ánimo se ha visto poco removido por mi equipo, y no soy capaz de analizar patrones futbolísticos desde el punto de vista racional que me enriquezcan como técnico. Dicen que lo que ocurre una vez es anécdota, lo que ocurre dos es casualidad y lo que ocurre tres es tendencia. Pues bien, de un tiempo a esta parte lo único que vemos en Zorrilla son anécdotas, y de vez en cuando casualidades. Nada de tendencias.


Soy consciente de la dificultad que entraña disciplinar a un equipo en los cinco momentos conocidos del fútbol, pero no soy menos consciente de que cualquier acción realizada sin pasión, sin emoción, mata cualquier tipo de intención. Creo que hablo por una gran mayoría, tanto de aficionados como de entrenadores, si afirmo que el error se perdona, pero no la falta de actitud. Contra el Córdoba, que llegaba líder a Valladolid, el equipo blanquivioleta metió un punto más de intensidad en sus acciones. Pudimos ver cómo el equipo apretaba arriba tras pérdida, incluso observando presión con salto de línea en varias ocasiones, donde los medios sin pensárselo daban un paso hacia adelante para asustar la posesión de la defensa rival. La decepción viene después, contra la Ponferradina, cuando te das cuenta de que eso fue anécdota.


Siento que en Pucela estamos carentes de tendencias. Si no puede ser en el juego, nos conformaremos en lo más primitivo, en la actitud y garra de los nuestros en el campo. Quizás sea lo más básico, pero lo esencial, lo que engancha, la esencia.


No se me ocurre mejor manera que trasladar el consejo que me atrevo a dar a los jugadores en mi libro

Cómo ser mejor futbolista leyendo” a la relación que me gustaría que existiese entre mi Real Valladolid y la afición a la que pertenezco. En él escribo:


Crea experiencias positivas significativas entorno al fútbol. Cierra los ojos, ¿a qué te acuerdas de tu primer beso? ¿Por qué crees que te acuerdas? Te acuerdas porque generó en ti una emoción, que posteriormente racionalizaste en un sentimiento, que se grabó a fuego en tu memoria. Lo mismo tienes que tratar de conseguir en el fútbol. Genera experiencias de emoción en tus compañeros para que recuerden todo aquello que quieres que recuerden, y ponte muy receptivo para que también te llegue a ti esa emoción y te ayude a fijar conceptos técnico-tácticos que te favorecerán como futbolista”.


Yo necesito, al menos, que el Real Valladolid genere emociones positivas en mí para ir con una sonrisa al campo cada fin de semana que juguemos en casa. Visto que estamos muy atascados en el juego que desplegamos, creo que el atajo para conseguirlas se encuentra en ponerle garra y pasión a cada acción que se produzca en el terreno de juego. A estas alturas de la temporada necesito un beso blanquivioleta de este tipo.

Publicado en:

http://www.martiperarnau.com/articulos-de-futbol/necesito-un-beso-blanquivioleta/

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